Maradona cede el trono al Messias
La religión mayoritaria en la Argentina no son las diferentes ramas del cristianismo sino el fútbol.
Durante el Mundial de Qatar 2022, la mayoría de los 46 millones de habitantes en este país periférico, en el fin del mundo como dijo el papa Francisco cuando fue electo en 2013, vivimos un tiempo de vía crucis y resurrección futbolística que culminó con la consagración de Lionel Messi como el "Messias" que ocupará para las generaciones más jóvenes el lugar que tiene Diego "D10S" Maradona, capitán del seleccionado que obtuvo la anterior copa del mundo, conquistada en México 1986.
Una relación religiosa con el fútbol
En varios países de América latina existe un vínculo intenso con el fútbol, pero en la Argentina esa relación es mucho más estrecha. Eso lleva a que todo lo que ocurra vinculado al fútbol sea una caja de resonancia a nivel de la sociedad muy importante.
Para el sociólogo argentino especializado en deporte Diego Murzi "a los argentinos el fútbol nos pone en un lugar central en el mapa mundial, de privilegio. La Argentina es un país absolutamente periférico en la mayoría de las cosas y el Mundial es el momento en el que los argentinos sienten que se exhibe esa posición central, por lo menos en esa narrativa del fútbol. El que hizo posible eso es sobre todo Maradona. Ya había una historia pero con Maradona se consolidó y con Messi se extendió. Eso explica el arraigo que tienen los argentinos con la Copa del Mundo".
Murzi agregó: "El fútbol acaba convirtiéndose en el único tema de conversación posible (en la Argentina) durante esta época, a diferencia quizás de lo que pasa en Europa, que los vínculos con las Copas del Mundo, y más con ésta en particular, parece menos cercano para la sociedad en general". (https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20221128-del-psicodrama-al-s%C3%A9ptimo-cielo-la-desmesura-del-hincha-argentino)
El fútbol tiene algo de religión, sin duda. En el estadio o frente a un televisor, los fieles de la pelota rezan, piden perdón y hacen promesas, están dispuestos a realizar sacrificios, proyectan sus ilusiones más íntimas.
En un país tan inestable económica y socialmente como la Argentina, con casi 47 millones, 100% de inflación anual en 2022 y el 40% de la población bajo la línea de pobreza, cuando aparece una figura mesiánica capaz de cambiar las frustraciones diarias por una alegría se le carga con esa responsabilidad: se le reclama el derecho a no sufrir durante la hora y media que dura un partido de fútbol.
Para llegar a la idolatría se necesita un componente de identificación. Y nadie representó a todo un pueblo mejor que Maradona. Nacido en un barrio marginal del sur del Gran Buenos Aires que solo tenía la pelota para escapar de la pobreza y miseria que le rodeaba, Maradona reflejó en su historia personal una capacidad sobrehumana de sobreponerse a las dificultades, levantarse y recuperar el control de la situación.
Pero también hay algo que conecta a los argentinos mayores de 40 años con Maradona de una manera mucho más profunda: el orgullo herido de un país cuyos soldados murieron en la guerra por las islas Malvinas a manos de los ingleses en 1982.
Cuatro años más tarde aquella derrota encontraría su venganza en forma de partido de fútbol, el 22 de junio de 1986, en los cuartos de final del Mundial de México, cuando la Argentina e Inglaterra se enfrentaron en el estadio Azteca.
Maradona anotó dos de los goles más famosos del fútbol en ese partido. El primero llegó con una mano que se escapó de la vista del árbitro, como dijo Maradona, por intervención divina. La famosa "Mano de Dios". El segundo gol llegó en una carrera larga de gambetas que es considerado como el mejor gol del siglo XX .
Maradona levantó la Copa del Mundo de México 1986, la última que ganó la Argentina hasta 2022. Fue un final ideal para la historia mítica que pasa de generación en generación. En Qatar en todos los partidos de la Argentina se escuchó el grito en las tribunas: "¡El que no salta es un inglés!"
El fanatismo por Maradona fue tal que se conformó la Iglesia Maradoniana, que, por supuesto, tiene sus propios 10 Mandamientos y Padre Nuestro:
Sudáfrica, una bisagra entre Maradona y Messi
En el Mundial de Sudáfrica 2010, D10S y Messias vivieron sus días más cercanos. Maradona, de 49 años en ese certamen, era el entrenador del seleccionado argentino y designó a Messi, de apenas 22 años, como capitán por primera vez al frente de la albiceleste.
Maradona era considerado como la estrella de fútbol más grande de todos los tiempos, y Messi el mejor de su generación. Uno volátil, el otro tranquilo. Ambos atrapados en una complicada relación con la Argentina y entre ellos.
Hay un vínculo emocional muy fuerte entre Maradona y la sociedad argentina. Es un ídolo. Pero en ese Mundial de Sudáfrica ya surgía el segundo ídolo: Messi. Y había un choque de dos dioses, el viejo y el nuevo.
Pero Messi en 2010 aún no se había ganado del todo a la sociedad argentina, como si ocurrió en Qatar 2022. Algunos creían que Maradona estaba celoso de Messi, quien creció en un mundo globalizado, cada partido en la televisión, cada gol en YouTube.
Otros creían que Messi no estaba lo suficientemente dedicado al seleccionado, y no lo suficientemente argentino, ya que se mudó a Barcelona para recibir tratamientos suscritos de hormona de crecimiento cuando era un niño pequeño.
Messi sentía la presión de ser comparado con Maradona. Y las comparaciones eran inevitables: la zurda, el centro de gravedad bajo, el control del balón, la aceleración, el cambio de dirección, el pase instintivo, el virtuosismo luminoso.
Messi declaraba en 2010 su vergüenza por ser comparado con Maradona, calificándolo como una afrenta a su entrenador. "Para ser el mejor jugador del mundo, tengo que demostrarlo en la Copa del Mundo”, decía Messi antes del torneo de Sudáfrica.
La muerte de ‘D10S’ y el crecimiento del Messias
La vida de Maradona fue problemática fuera del campo de juego. Su estado de ánimo oscilaba hacia arriba y hacia abajo como su peso. Luchó contra las dependencias a la cocaína y al alcohol. Fue expulsado de la Copa del Mundo de 1994 después de dar positivo por el estimulante efedrina. Disparó a cronistas con un rifle de aire comprimido.
Reconoció la paternidad de tres hijos que tuvo por fuera de su relación con Claudia Villafañe, la madre de sus dos primeras hijas.
En cierto modo, la volatilidad de Maradona reflejó la agitación política y económica en la Argentina durante su vida y una visión polarizante, como otros argentinos que son figuras icónicas, como Eva Perón y el Che Guevara. Ante Maradona uno no podía ni puede ser indiferente.
Maradona expresó la pasión de un hijo, muerto y resucitado en diferentes ocasiones. “Yo no soy Maradona. Yo soy El Diego para la gente. Y estoy orgulloso de eso. Porque yo soy popular", dijo alguna vez Maradona quien en el Mundial de Rusia 2018 en la tribuna del estadio de San Petersburgo, agradeció a Dios un gol clave para la Argentina ante Nigeria y un rayo de sol apareció sobre él.
El 25 de noviembre de 2020, Maradona falleció a los 60 años, víctima de un paro cardiorrespiratorio. Miles de personas salieron a las calles de toda la Argentina para despedir a su D10S, un ídolo, una leyenda, el hijo de un barrio popular del Gran Buenos Aires, el ejemplo de los humildes. Hubo manifestaciones multitudinarias de esa devoción, con altares y peregrinaciones a lugares como su casa natal y otras residencias donde vivió y el estadio donde debutó, el del club Argentinos Juniors.
Nacido y criado en la ciudad de Rosario, a los 13 años Messi se radicó en Catalunya, donde el Barcelona accedió a pagar el tratamiento de la enfermedad hormonal que le habían diagnosticado de niño.
Fue su abuela materna, Celia, la que lo alentó a dedicarse al fútbol y a quien él agradece tras convertir un gol, señalando al cielo con las dos manos.
Después de una rápida progresión por la Academia juvenil del Barcelona, hizo su debut oficial con el primer equipo en octubre de 2004, a los 17 años. Por su estilo de juego de pequeño gambeteador zurdo, pronto se lo comparó con Maradona quien, en 2007, lo declaró su "sucesor."
Desde 2007, Messi está en pareja con Antonela Roccuzzo, a quien conoce desde niño y con quien tuvo tres hijos. Su único problema judicial sucedió en 2013, cuando fue investigado por sospechas de evasión fiscal mediante empresas en paraísos fiscales en Uruguay y Belice para evadir, entre 2007 y 2009, 4,1 millones de euros en concepto de ingresos por derechos de imagen. Messi, quien alegó ignorar el supuesto sistema, pagó en forma voluntaria 5,1 millones de euros en agosto de ese año.
Messi, un hombre sin la verborragia de Maradona, lo homenajeó el fin de semana después de la muerte del astro, cuando anotó el cuarto gol del Barcelona ante el Osasuna en el estadio Camp Nou. En ese momento y cuando quedó solo, se quitó la camiseta y mostró la que Maradona había usado en su paso en 1993 por Newell's Old Boys, el club rosarino del cual Messi es fanático.
Messi no participa en actividades religiosas públicas, como misas o peregrinaciones. Pero en un par de entrevistas previas a Qatar 2022 expresó su reconocimiento de que Dios es el origen de su talento. Y lo mismo expresó luego de obtener el título que le faltaba:
La consagración del Messias en Qatar
La final del 18 de diciembre de 2022 entre la Argentina y Francia fue histórica porque por primera vez en 40 años, la Albiceleste afrontó un Mundial de fútbol sin la presencia de Maradona. El "Pelusa" jugó las ediciones de 1982, 1986, 1990 y 1994. Y fue a alentar al equipo en las de 1998, 2002, 2006, 2014 y 2018.
Cuando la Argentina ganó la Copa América de Brasil, ya sin la presencia física de Maradona, y tras 28 años de sequía sin obtener títulos internacionales, se difundió en redes sociales la interpretación de algún texto de Sigmund Freud por el que se explica que ahora el hijo puede ser, porque su padre ha muerto.
En esa historia, Maradona es el padre y Messi el hijo. El que vino después, el enviado, el de las comparaciones permanentes. Tras la muerte de Maradona, quien lo quería como un hijo, Messi se sacó esa mochila pesada que tenía por no haber podido ganar un título grande con el seleccionado y levantó la Copa América.
La final de Qatar 2022 fue la sexta que disputó la Argentina en su historia. Obtuvo la tercera coronación tras las de 1978 y 1986. Messi afrontó su segunda personal.
En la previa del debut en su quinto Mundial, Messi recordó a Maradona y le dedicó unas emotivas palabras: "Él amaba la Selección. Siempre estuvo y siempre va a estar desde algún lado. Es raro no verlo en la tribuna, no ver a la gente enloquecer cuando aparece, lo que transmitía, lo que le hacía sentir al resto. Va a ser especial que no esté presente", señaló el capitán a la señal de TV FIFA+.
Para finiquitar su tarea inconsciente de desplazar a Maradona, Messi se "maradonizó" el 9 de diciembre, cuando la Argentina derrotó en los cuartos de final por penales a Países Bajos.
Durante el partido, Messi celebró su gol de un modo pintoresco: se acercó al banquillo neerlandés para burlarse del entrenador Louis Van Gaal con las manos a las orejas. Una respuesta al estilo maradoniano a las declaraciones previas del seleccionador europeo, quien menospreció al capitán argentino por no colaborar en la defensa.
En ese partido contra Países Bajos, Messi se largó a hablar, a defender a sus compañeros y a enfrentarse a sus rivales, un Messi insólito que recordaba a Maradona.
Fue la culminación de un proceso que llevaba tiempo en marcha. No solo es por fin el líder indiscutido del seleccionado, sino también el mayor del grupo, ya no es ese chico taciturno que venía desde Barcelona.
Messi tuvo una historia complicada con la Argentina. Al principio, la gente no le tomaba en serio, se preguntaban si era argentino, si cantaba o no el Himno Nacional, o por qué jugaba bien con el Barcelona y mal con el seleccionado.
Pero, en 2021, al ganar la Copa América a Brasil en el estadio Maracaná, todo cambió. Messi se quitó un peso enorme de encima, se liberó por completo. El cambio ya se vio en su arenga al equipo antes de la final de la Copa América, ahí empezó a maradonizarse.
Una despedida musical para D10S
Entre noviembre y diciembre, durante la disputa de Qatar 2022w, hubo en la Argentina un sentimiento religioso: no se trataba de ganar el Mundial sino de que lo ganara Messi. Se observaba ese sentimiento en sus propios compañeros. Lo que se vio Argentina en este Mundial fue una misión histórica y metafísica, esto lo separa del resto de los seleccionados.
Lo que se vivió en la Argentina este mes fue una mitología religiosa, un asunto de encarnaciones de dioses y herederos. En la Argentina vimos el Mundial y al mismo tiempo la Biblia, y eso no pasa en ningún otro lugar.
El discurso políticamente correcto dice que el fútbol es solo un juego, y al día siguiente la gente va a trabajar y retoma su vida. Eso es cierto, pero en la Argentina se vivió el Mundial como fervor religioso. No es solo fútbol, no es solo un juego, pasa una cosa especial que enardece por más racional y antinacionalista que uno sea.
Un ejemplo es el siguiente video de monjas católicas en un convento que cantan a favor de Messi y sus compañeros:
O las estampas virtuales de Messi como un santo, con una medalla con el ícono de Maradona.
Pero el Messias tenía presente a D10S Maradona incluso en medio de la celebración cuando ya estaba de regreso en la Argentina: afirmó que la Copa del Mundo obtenida "también es del Diego que nos alentó desde el cielo".
La siguiente imagen fue tomada el 20 de diciembre, en medio de la recepción popular a los campeones del mundo, la más grande registrada en la historia en la Argentina, con millones de personas en las calles de Buenos Aires. En ella aparece el mayor mural de Diego Maradona, rodeado de miles de personas que se dirigen por una autopista y una avenida a recibir a Messi.
Los propios compañeros de Messi se encargaron de despedir a Maradona. Durante el Mundial de Qatar, el equipo argentino y sus simpatizantes adoptaron una canción del grupo La Mosca Tsé-tsé, "Muchachos, Ahora Nos Volvimos a Ilusionar", en cuya letra original decía:
"En Argentina nací
Tierra del Diego y Lionel
De los pibes de Malvinas
Que jamás olvidaré
(...)
Y al Diego
Desde el cielo lo podemos ver
Con Don Diego y La Tota (los padres de Maradona)
Alentándolo a Lionel".
Cuando regresaban a la Argentina, un video publicado por el defensor Nicolás Tagliafico da cuenta del cambio de la letra, donde a Maradona lo mandan a descansar en paz:
"Muchachos, ahora solo queda festejar.
Ya ganamos la tercera, ya somos campeón mundial.
Y al Diego, le decimos que descanse en paz.
Con Don Diego y con la Tota, por toda la eternidad."
Una estrofa que sintetiza el cambio en los altares futbolísticos de la Argentina.
César Dergarabedian Periodista argentino desde 1986. Vio salir a la Argentina campeón del mundo de fútbol en 1978, 1986 y 2022. Editor de la sección Tecnología en iProfesional.com y fundador y editor del sitio web BahiaCesar.com.